viernes, 31 de agosto de 2018

GanaNdo

... confianZa


26ª Maleta

Observa desde el acceso el interior de una estancia amplia dispuesta en forma de 'L'.
El suelo es de baldosas de gres de un blanco apagado con juntas ennegrecidas por la humedad y está inclinado sin disimulo hacia un par de desagües redondos. Las paredes, alicatadas en el mismo color sin brillo, tienen percheros metálicos también repintados en el mismo tono. Su ausencia en alguna zona, los agujeros en la pared y la marca anaranjada de la herrumbre indican que el mantenimiento se lleva a duras penas. Hay bancos sin respaldo colocados contiguos ocupando todo el diámetro.
Suelta la mochila en el más cercano y se sienta dejando caer su cuerpo. Apoya los codos en las rodillas y mantiene la frente gacha. Respira...

Un fluorescente enrejado tintinea en el techo con un ruido eléctrico. En la parte más alta del tabique hay largos ventanucos de cristal traslúcido y aunque están abiertos de forma alterna no se siente correr el aire.
Una gota de sudor resbala hasta la punta de su nariz y se precipita. Se pone en pie de un salto haciendo sonar las palmas de las manos contra sus piernas, se quita la camiseta empapada, se descalza pellizcando el talón de cada pie sin desabrochar las zapatillas y en un escorzo se saca también los calcetines. Desabrocha el pantalón y en el mismo gesto lo baja junto con el slip. Tira las chanclas al suelo y se enrosca la toalla a la cintura.
Hay un espejo grande repleto de salpicaduras sobre tres lavamanos al lado de las duchas.
Se mira, se coloca un poco el pelo, frunce, achina, resopla. Termina..., por hoy.

=========================================================================

Era un día ajetreado en la recepción: documentos de aquí para allá, el teléfono sonando sin parar, movimiento de clientes de fin de semana..., un lío.

- Ya te has enterado, ¿verdad Botones? En el fondo sé que te enteras de todo - me dijo el Jefe de recepción entre idas y venidas con las manos ocupadas juntando papeles.
- ¿Te refieres a que pierdes a una recepcionista? Sí, algo he oído...
- No, no; bueno eso también, claro - asintió apretando la grapadora - Me refiero a los nuevos jefes.
- ¿Nuevos jefes? - pregunté sorprendido con voz de pito.
- Sí, de momento una jefa de reservas y un nuevo director. Los dos de la nueva compañía. Vas a estar especialmente atento estos días, ¿de acuerdo?
- ¡Ay!, ¡otros vendrán que bueno me harán! - comenté en tono jocoso.

Pero el día estaba complicado y ni siquiera obtuve uno de sus resoplidos como respuesta.

En el hilo sonaba Kakkamaddafakka

jueves, 23 de agosto de 2018

FantaseaNdo

... con el éxito


25ª Maleta

He venido a buscarte porque merece la pena que me sigas hasta allá arriba. Confía en mí, te va a encantar. No pienses, olvida el vértigo, la sensación de inestabilidad y, sobretodo, la pereza. Después del madrugón, la ruta en autobús, el viaje en avioneta, el vuelo en helicóptero y la travesía en barco no puedes dejar de seguirme a lo alto de esta colina roja. Son solo unos cuantos pasos.

En la cima te he preparado una roca para que te sientes si la emoción te embriaga el equilibrio, la impresión te hace sentir pequeña o si, simplemente, quieres un minuto para cerrar los ojos, respirar y experimentar de verdad la sintonía con un lugar único en el mundo al que jamás imaginaste asomarte. Dame la mano. Pisa en mis huellas. Yo te acompaño.

=========================================================================

Los días después del anuncio todos permanecíamos a la expectativa. Una fusión con una gran cadena podía traernos cosas positivas pero la incertidumbre también era una sensación extendida.

Era el final del turno y ya enfilaba hacia la puerta giratoria.

- Te anuncio que dejo el hotel, Botones - dijo Emma entre inquieta y algo asustada.

Un escalofrío me recorrió la espalda desde el cuello. De pronto me di cuenta de que ella era la razón principal por la que venía a repartir maletas por las habitaciones, mucho más que mi sueldo mas propinas. Ella y su dulce predisposición a hacerme sentir bien solo con su presencia en la recepción...

- ... pues habrá que celebrarlo - acerté a decir finalmente - ¿te hace una caña?
- Por favor, ¡eso ni se pregunta!

En el hilo sonaba The Temper Trap

sábado, 18 de agosto de 2018

CambiaNdo

... el paso


24ª Maleta

Érase un muñeco nuevo y bien hilado con los ojos grandes y la boca torcida de girar el cuello mirando hacia arriba, asombrado por todo aquello que le sobrepasaba por insólito y desconocido. El tamaño de las cosas era extraordinario y casi nada le cabía en su mano de tela suave y perfumada. Era libre de explorar por cualquier lado con una sola excepción: cruzar la calle. Para eso siempre necesitaba el auxilio firme y decidido de otra mano que guiaba su camino a través del asfalto.

Érase un joven enérgico y bien formado con gafas de sol y una guitarra heredada de una hippie de festival, confiado por la dudosa certeza de que el mundo gira alrededor de sus pensamientos. La dimensión de las cosas fluctuaba entre lo palpable y lo inexistente. Se sentía autónomo y seguro en todas las situaciones excluyendo una muy concreta: estar con ella. Ahí siempre precisaba de un tirón de brazo que adiestraba sus impulsos haciéndole tomar consciencia de su propia respiración.

Érase un abuelo centenario y bien llevado con córneas operadas y una voluntad arrolladora por seguir vivo, enfrentado al reloj de arena que se empeñaba en enterrarle a base de sopladuras. La medida de las cosas se difuminaba a veces en un recuerdo vaporoso. Quería hacer más de lo que sus piernas le permitían y desde luego había algo que le resultaba imposible: subir escaleras. En esa situación siempre requería de un apoyo consistente y entregado a sacarle, al menos un rato, de su rutina en el banco de la paciencia.

========================================================================

El director convocó a todo el staff en el salón de actos más grande del hotel. Hacía tiempo que veíamos movimiento en los despachos y por fin nos íbamos a enterar de qué ocurría.
- Esto no pinta bien - comentaba entre dientes el jefe de recepción.
- ¿Sabes algo que no sepamos?
- Sí, jefe, comparte información - le dijo Emma inclinándose por delante de la fila en la que estábamos sentados.
- Shhh! escuchad, que ya empieza - avisó la gobernanta señalando el atril.
- Madre mía, ni el discurso del Rey!

En el hilo sonaba Passenger

jueves, 9 de agosto de 2018

AhorraNdo

... combustible


23ª Maleta

Si me dieran un penique cada vez que me distraigo, cada vez que me pierdo en mis pensamientos y ocupo mi mente con pájaros y visiones. Una sola moneda por cada instante perdido, cada minuto que vuela sin concentrarme, cada ratito de más en el entreacto. Si tuviera recompensa por dejar pasar los trenes, por permanecer inmóvil, indolente, inoperante, entonces tendría la calma del que rueda cuesta abajo en lugar de la angustia del que planea sin motores.

Si me dieran una hostia cada vez que me arrepiento, cada vez que me arranco los pelos de la cabeza y grito por dentro sin eco ni difusión. Una sola bofetada por cada gesto autocompasivo, cada palabra complaciente, cada lamento exhalado con desidia. Si recibiera castigo por mis dobles negaciones, por actuar a contratiempo, con urgencia, apresurado, entonces tendría la motivación del que huye del calvario en lugar de la apatía del que vive acomodado.

=========================================================================

Hay que ver cómo pasa el tiempo cuando tachas con cruces los días en un calendario; vuela! Ni que decir tiene que me encanta hacerlo y ser consciente de vez en cuando de si estoy o no aprovechándolo como es debido.
- ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que tomé una decisión importante?
La gobernanta asomó la cabeza al pasillo desde la habitación que estaba arreglando y me echó una mirada con una ceja levantada y el ceño medio fruncido pero volvió a sus tareas sin decir nada.
- Demasiado...; demasiado... - me repetía a mí mismo a media voz apoyado en la pared mirando lo largo de aquel corredor de la primera planta.

En el hilo sonaba Elena Gosh