59ª Maleta
- ¿Hoy te vuelves a quedar en el hotel? - le preguntó mientras caminaban separados.
- Ay nene, ya sabes cómo es esto. Estoy todo el día con los COVID y con la protección justita. Al principio, la que nos hacíamos nosotras con tela de chubasquero, ya sabes, y ahora reciclándolo todo para que nos dé más de sí. No nos queda más remedio que aislarnos de la mejor forma posible.
- Si lo sé, cariño, pero es que ya llevamos muchas semanas y el tenerte aquí delante y no poder verte la mitad de la cara ni darte un beso..., ¡me mata!
- Mira, la semana que viene nos van a hacer la prueba de la sangre por fin. A ver si alguna lo tiene y es asintomática, o si a lo mejor ya lo hemos pasado, porque esto es una lotería. Seguro que pronto os las empiezan a hacer a vosotros también que tenéis que estar en la calle y en contacto con la gente. Tú te pones las mascarillas que te di, ¿verdad?
- Me quedé solo con una y esta que llevo ahora. El resto las repartí entre los compis - respondió.
- Pero, ¡nene!
- Cariño, no iba a ser el único con mascarilla, ¿entiendes? Que es que ni nos la dan ni la puedes comprar en la farmacia - justificó rápidamente.
- ¡Ays, mi poli preferido! Ojalá toda la gente fuera igual que tú...
- La gente es buena en general. Solo que, a veces, necesitan que se lo recordemos.
- Sí, con una visita a mi planta, para que vean a la pobre gente que sedamos a diario para intubarles sabiendo que la mayoría ya no va a salir. Y con una charla con mi jefe de servicio que tiene que escoger a diario quién está lo suficientemente fuerte para resistir la sedación y quién no la resistiría porque no hay UCIs suficientes - dijo visiblemente afectada.
- Es horrible..., ¡pero por suerte te tienen a ti! - trató de animarla - Bueno, tú tranquila y descansa un poco, que ya estamos aquí.
- Menos mal que el hotel está al lado del 'hospi'. - dijo soltando un gran suspiro - pero cuéntame rápidamente, ¿cómo están todos?; ¿tus padres?; ¿tu hermana?
- Por suerte mis padres siguen bien y a mi hermana ahora la llamaré de camino a casa.
- Me alegro. ¡Ays, nene!, muchas gracias por venir y acompañarme. ¡Este ratito contigo me da la vida! - dijo a dos metros frente a él en la puerta del hotel.
- Ya te he dicho que a mí me la quita - bromeó él con la sonrisa resguardada tras la mascarilla.
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La pobre recepcionista estaba desconsolada y yo tampoco sabía qué decirle. La noticia también me había dejado tocado. Pero al mismo tiempo la vibración del móvil en el bolsillo me reclamaba. Sabía que sería Emma esperándome fuera. La paciencia no era uno de sus fuertes.
- ¿Quieres que subamos al 'The Level' y te cojo un agua de los snacks? - le pregunté intentando que volviera a centrarse un poco.
- Vale - dijo separándose - Pero tengo el bolso abajo, en la taquilla. Necesito coger unos pañuelos y pintarme un poco el ojo porque debo parecer un mapache ahora mismo.
- Tienes un par de churretones sí, pero mira, el Joker tampoco es que se hiciera la raya con escuadra y cartabón y ha llenado los cines de todo el mundo para verle el careto.
- ¡Jajaja! - se le escapó una carcajada - ¡Ay botones! Siempre me sacas una sonrisa - dijo mirándome directamente a los ojos.
- ¿Ah, sí? - dije un poco atontado por el color verdoso que habían cogido los suyos con tanta lágrima.
- Aham - asintió con la cabeza sin dejar de mirarme.
La puerta de la escalera del primer piso se abrió de golpe haciéndonos pegar un respingo a los dos. El jefe de ventas iba hablando por teléfono.
- No te preocupes Juan Carlos. Mañana lo miramos sin falta y te envío la propuesta, ¿de acuerdo? - nos pasó por al lado sin prestarnos atención y abrió la puerta del lobby - ¡Jajaja, si es que eres un figura! Oye, te dejo que... - la puerta se cerró y nos dejó de nuevo en el silencio de la escalera.
- Entonces..., ¿bajamos? - acerté a decirle.
- Sí, sí, claro... - y se puso en marcha bajando el peldaño que nos separaba.
En el hilo sonaban Los abrazos prohibidos (reunión de artistas por el COVID-19)
Espero que esa llamada a la hermana no traiga más que todo continua bien... me asustas.
ResponderEliminarUn beso.
Solo hay que tener miedo de lo que no se conoce... (y a veces ni de eso), y el desenlace está próximo.
EliminarMuchas gracias!
La vida misma en estos momentos, menos mal que en el hotel no hay normas de alejamiento. Abrazos
ResponderEliminarEstos chicos... Si ya lo digo yo siempre, que el roce hace el cariño.
EliminarMuchas gracias!
Son tiempos extraños, con formas raras de manifestarse la vida, los sentimientos, las necesidades... Y mientras unas historias resisten como pueden siguen naciendo otras (estoy elucubrando con esto último, jeje).
ResponderEliminarBonita la canción. No la conocía. Y el videoclip me parece muy emotivo.
Un abrazo
En palabras del Dr. Ian Malcolm (Jeff Goldblum en Jurassic Park (1993)) "... la vida se libera, se extiende a través de nuevos territorios y rompe las barreras dolorosamente, incluso peligrosamente (...) la vida, se abre camino"
EliminarSeguiremos viviendo a pesar de todo.
Muchas gracias!
Dos situaciones muy habituales estos días. La responsabilidad, la empatía, el deseo de hacer las cosas lo mejor posible. El echarse para adelante aunque el peso de la mochila pueda ser mucho.
ResponderEliminarun beso enorme :-)
Ojalá la empatía, el civismo y la responsabilidad sean realmente cotidianas en todas nuestras ciudades a partir de ahora.
EliminarMuchas gracias!
En este Hotel nada parece ser lo que se ve... ni lo que es. Y está por verse lo que será... Eso sí, la lectura es más atrapante cada vez.
ResponderEliminarAbrazos, CleveLand.
Me alegro de que te encuentres 'atrapado' en el hotel. A mí a veces me pasa con las puertas giratorias. :)
EliminarMuchas gracias!
En los hospitales la situación debe ser de gran tensión. Y no solo por el peligro de contagio.
ResponderEliminarEn la vida laboral los puestos deben estar en el alero. A ver cómo se sale de esta cuando llegue la normalidad nueva.
Todos vamos a tener que re-inventarnos de alguna manera. Solo espero que lo hagamos con las bases correctas y sea para mejor.
EliminarMuchas gracias!
Me han gustado mucho. Y me quedo con lo de que la gente es buena en general y solo necesitan que se lo recordemos. Quiero pensarlo así...
ResponderEliminarUn beso grande.
Hay que pensar en positivo y recordar que nosotros también somos gente. Hagamos el mundo que queremos ver.
EliminarMuchas gracias!
Lo has descrito tal y como es la vida en estos momentos, con sus aciertos y desaciertos que transcurren en un sin vivir y más para quien lo vive en primera persona.
ResponderEliminarGracias nuevamente por tu visita y decirte que me atrapas en todas tus historias.
Me alegro de que disfrutes la estancia. Yo lo hago cada vez que te visito.
EliminarMuchas gracias!
la vida es lo que contamos yo aun no he he escrito sobre ella ando sin ganas de escribir como antes gracias por lo lindo de tus letras
ResponderEliminarEn estos tiempos es difícil mantener la moral y el ánimo pero seguro que encontrarás el camino.
EliminarMuchas gracias!
Ojalá todos ellos tengan sus ratitos que le dan la vida
ResponderEliminarBuena idea poner los abrazos prohibidos ;)
Besitos
Hay que mantener las ilusiones y comportarse individualmente de manera cívica para que siga mereciendo la pena luchar de la manera en la que se hace.
EliminarMuchas gracias!
Sé que comenté... y ahora no lo encuentro...
ResponderEliminarMisterios.
Lo hiciste, lo hiciste; en la entrada anterior. Te parece la misma porque es la misma historia en 5 capítulos. Pero me pudo el ansia y lancé 4 muy pegaditas... XD
EliminarMuchas gracias!
Me encanta leer las escenas de tu hotel, y las escenas de esas maletas. Había leído por error la 60 antes que esta y enseguida me he dado cuenta de que me faltaba alguna información, por eso me he venido aquí. Descuida que ahora te dejo otro comentario en la más reciente.
ResponderEliminarUn abrazo.
P.D.: ¿qué sería de nosotros sin profesionales como los servicios sanitarios y de seguridad?
En estas últimas 10 maletas me ha dado por entremezclar las historias de unos personajes y otros a través del día de uno de los cuatro policías que aparecían en la maleta 55.
EliminarLa 56 sería su perspectiva de lo que se contaba en la 55.
En la 57 descubrimos quién es la chica que envía el selfie de la 54.
En la 58 descubrimos qué había sido del bueno del limpiabotas de la 53, también que su mujer es la protagonista de la 51 y que la enfermera que la atiende es la novia del policía.
En la 59 se le da protagonismo al esfuerzo que hacen los trabajadores de la sanidad, que va mucho más allá de cumplir con su trabajo cuando tienen que dejar de lado su vida y casi a todos los que están en ella.
Y finalmente en la 60 descubrimos a l protagonista de la 52, que no es otra que la hermana del policía. Su conversación nos deja abiertas las reflexiones sobre el antes y el ahora de la pandemia. El futuro depende de nosotros.
Muchísimas gracias!