52ª Maleta
Hace mucho tiempo fue una niña tímida e insegura que se resguardaba bajo la falda de mamá de las miradas y los pellizcos en los carrillos. Era la primera y durante casi nueve años fue la única niña de una familia pequeña, sin tíos ni primos. Pero el año en que iba a pasar a tercero de E.G.B. nació su hermano y todo dio un giro inesperado. De golpe y porrazo, todos esos ojos que la observaban sin perder detalle ahora la ojeaban de pasada para posarse sobre el recién llegado y se encontró compitiendo por la atención perdida...
Hace menos tiempo fue una veinteañera egocéntrica y presumida que se valía de su atractivo adolescente para llevar el agua a su molino. Era la más guapa de todos los pueblos de la zona y en el campus de la universidad de Huelva la llamaban 'la Pe' por sus pinitos en el aula de teatro. Pero en mitad del segundo año destinaron a su padre al cuartel de Guzmán el Bueno, en Madrid, y todo el decorado cambió a su alrededor. De forma repentina, todos los halagos por ganarse sus afectos se difuminaron en un océano arisco de rivales y se encontró haciendo las filas que siempre se había saltado...
Hace un par de meses era una actriz complementaria que disfrutaba de su segunda fila. Todos los actores principales viajaron una semana por Europa para promocionar la obra en la que trabajaban. Uno a uno fueron cayendo con una fiebre inexplicable y un dolor de cuerpo que les dejaba sin energía. El tiempo del estreno se acercaba y no tenían su protagonista así que en el inicio de un ensayo, en una reunión improvisada, le anunciaron que sería ella, que había llegado su momento. Aquel 12 de Marzo, por sorpresa, se declaró el país en alerta y se encontró confinada en su pequeño apartamento...
Todos los días desde entonces, a las ocho en punto de la tarde termina su función, abre el telón de cristal de su salón y recibe el aplauso que tanto añora. Y lo comparte. Y lo devuelve más fuerte. Porque sabe bien que solo es humo y nada más, que en esta obra surrealista que le ha tocado vivir son otros las estrellas principales y que gracias a ellas y a todos los pequeños esfuerzos individuales esto también pasará.
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- ¿Crees que eso de Asia va a ser para mucho? - le pregunté al barman confiando en sus bastos conocimientos.
- Mucho me temo que sí. Hace años la televisión pública italiana habló en un documental sobre experimentos chinos con virus raros. Como esto llegue a Europa...
- Pero, ¿cómo puede ser? El jefe está en lo peor de su pesimismo. Todos los días me enseña un montón de hojas nuevas de cancelaciones de grupos asiáticos. Pero digo yo que se pasará, ¿no?
- Han cerrado la ciudad de Wuhan entera. Esperemos que se haya hecho a tiempo. - comentó con seriedad.
Y ahí sí que empecé a ponerme nervioso. El barman nunca se tomaba nada demasiado en serio.
En el hilo sonaba Leiva
Es muy serio, tu escrito final ojalá no sea del todo cierto porque sino creo que estamos hablando de algo más que una pandemia ..
ResponderEliminarAl final los aplausos los obtuvo aunque no fuera encima de un escenario .
Un abrazo y feliz tarde-noche.
Me temo que los aplausos de los unos para con los otros es todo lo que nos va a quedar cuando todo esto termine.
EliminarMuchas gracias!
Qué maravilla tu relato, me ha encantado!
ResponderEliminarMe gusta muchísimo como escribes!
El párrafo aparte del relato es estremecedor,y muy muy probable también de que sea cierto.
Un abrazo.
Cuántas cosas habrá que no sabemos. Y mejor. La ignorancia es felicidad en muchos casos.
EliminarMuchísimas gracias!
El primer relato, está claro que hay gente con estrella y otras estrelladas, y tu protagonista tenía mala suerte y no sabía salir del círculo.
ResponderEliminarEn cuanto al segundo relato, han habido muchos "barman" aunque ahora lo nieguen, y ya ves a dónde hemos llegado.
SAludos.
No hay que abandonar, ¿no? Seguir adelante por lo bueno que pueda llegar y por el orgullo de habérselo ganado con esfuerzo.
EliminarMuchas gracias!
¡Qué lejano lo veíamos entonces!
ResponderEliminarNunca sabemos qué pasará al momento siguiente, por más que nos empeñemos en intentar predecir. Menos aún podemos calcular.
Me quedé pensando, también, que tener un hermano pequeño podría ser una terapia contra la timidez... por eso de tener que salir a buscar la atención que se perdió.
Un abrazo
No hay mal que por bien no venga. ¿Cuántas piedras del camino no nos habrán preparado para una buena caminata campo a través?
EliminarMuchas gracias!
Gracias por tu visita a mi blog, aquí vengo a devolvértela.
ResponderEliminarMuy bueno el relato, me quedo de seguidora y te espero en mi espacio nuevamente, besazo al alma.
¡Bienvenida al Hotel! Ya ves que hay espacio de sobra.
EliminarMuchas gracias!
Hola, Cleveland :-) Gracias por tu visita a uno de mis blogs y así de paso, vengo a corresponder y a conocerte. Veo que tenemos personas en común. Eso es bueno.
ResponderEliminarA disfrutar ahora de tu trabajo y venir de tanto en tanto.
Un beso y cuídate.
¡Bienvenida el Hotel! Fue un placer visitarte. Te reservo habitación para tus visitas.
EliminarMuchas gracias!
Hola! Paso a darte las gracias por tu visita a mi blog y así poder disfrutar también de tus letras siempre y cuando me sea posible.
ResponderEliminarSaludos
¡Bienvenida al Hotel! Fue una grata visita. Aquí tendrás habitación para cuando te dejes caer.
EliminarMuchas gracias!
Muy buena conexión entre ambos relatos. Ambos realistas. Situaciones que se dan, o se sufren… como lo que, lamentablemente, estamos padeciendo en estos momentos…
ResponderEliminarUn placer leerte de nuevo tras mi larga pausa, querido amigo.
Abrazo grande!
Los puntos seguidos carecen de lo que todo el mundo huye: Final. El placer es siempre mío.
EliminarMuchas gracias!
Te descubrí en el blog de Carlos (blowin'en el viento) me gustó tu espacio y como presentas y escribes tus microrelatos.
ResponderEliminarCariños.
Nos vamos descubriendo unos a otros por los lugares que encontramos siguiendo migas de pan. ¡Bienvenida al Hotel!
EliminarMuchas gracias!
Muy interesante blog, CleveLand. Te sigo de aquí en más...
ResponderEliminarAbrazo.
¡Bienvenido al Hotel! Me alegro de que lo que encuentres interesante. Hay habitaciones de sobra. ;)
EliminarMuchas gracias!
Muy, muy bueno lo que escribes, e inquietante...Muchos besos!!
ResponderEliminarVivimos tiempos inquietantes, seguro!
EliminarMuchísimas gracias!
Me ha encantado el primer relato, que puede ser como la vida misma, interesante lo que has narrado. Y en el segundo algo bastante más serio.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un beso enorme.
EL placer es mío al recibirte en el Hotel.
EliminarMuchísimas gracias!
El barman nunca se tomaba nada demasiado en serio.
ResponderEliminarComo tantos.
Saludos.
Desde el "esto solo es una gripe fuerte" hasta el "yo compro el pan donde me da la gana" hay una variedad enorme de personajes, sí.
EliminarMuchas gracias!